lunes, 3 de noviembre de 2008

Engañosa reforma a PEMEX

Publicado en http://www.escrutinio.com.mx/page4.php
Omar Granados

I. ¿Qué se aprobó?

Durante los últimos cinco sexenios, el proyecto gubernamental ha sido el mismo: reformar el Estado de bienestar emanado de la Revolución Mexicana para convertirlo en un nuevo capitalismo ortodoxo, puro o salvaje. Es decir, la libre empresa, el libre mercado y toda esta ingeniería social que ha sido llamada neoliberalismo, consenso de Washington y en México más específicamente, Reformas del Estado o Modernización.
Las iniciativas de Calderón y de Beltrones seguían esta línea impuesta al Tercer Mundo por medio de instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), entre otros. Sin embargo, la protesta dirigida por AMLO y el debate que se consiguió a través de la misma, obligaron a las facciones del PRI y de AN en el legislativo a ceder para que el Estado mantuviera la propiedad sobre el hidrocarburo. Aún así, quien realmente logró lo que quería fue el PRIAN, ya que con estos cambios sigue abierta la posibilidad para que los nuevos contratos, tan necesarios para explotar cualquier yacimiento, puedan darse sin ningún tipo de control ciudadano más que el de la transparencia sin facultades. Es decir, la adjudicación y las modalidades de contratos para PEMEX y privados permitirán cualquier tipo de arreglo sin importar lo que diga la constitución o cualquier opositor que defienda a la misma.
Por su parte, el grupo obradorista no consiguió una resolución frente a las contradicciones entre la Constitución y las leyes secundarias cuando es éste el dilema que realmente ha permitido la privatización parcial y paulatina del sector energético en general. Con el candado de 12 palabras exigido por el sector del FAP cercano a AMLO, se solucionaba una parte mayor del intento privatizador ya que a PEMEX se le prohibía darle exclusividades a cualquier empresa. Para dar un ejemplo de por qué es necesario ésta restricción, mientras la constitución prohíbe la entrada de inversión privada en el sector petrolero, gente como la familia Hank, el secretario de gobernación y su papá (extranjero) pueden operar en explotación y transporte de petróleo. De la misma forma, muchas empresas generan y venden energía eléctrica a otras con severas pérdidas para la CFE. Hasta que no se aclare este dilema de fondo, no se podrá hacer del sector energético nacional un referente de independencia y desarrollo reales. Para poder solucionar esto, es necesario decidir qué rumbo tomar y el esquema “contrato por contrato” que se aprobó no da un rumbo definido a la industria energética nacional.
Nueva Izquierda (NI) funcionó como un partido satélite cualquiera al aprobar sin cambios esta reforma, a pesar de que contenía detalles que echaban todo abajo. Parecería una victoria obradorista, pero detalles de la nueva ley de PEMEX dejan un resquicio legal por el cual podría permitirse cualquier tipo de contratos, incluso por adjudicaciones directas e invitaciones por parte del ejecutivo. Además, la empresa gana autonomía en su funcionamiento (en teoría), pero la dirigencia de PEMEX y las nuevas Comisiones que controlarán lo relativo a los energéticos seguirán siendo impuestos por el presidente y ratificados por el PRIAN en el Congreso.
Además de lo anterior, destacan otros dos puntos que en especial preocupan a algunos expertos. En primer lugar está el cambio en los términos con los que la ley se refiere a la industria nuclear y en este caso también se pretende una privatización de aquella industria mexicana, aunque aún es opaco lo que sucederá en este ámbito. En segundo lugar, el caso de los bonos, que resultó ser sólo una forma diferente de capitalizar a la paraestatal con inversores privados, que además recibirán beneficios especiales de PEMEX de los cuales no participarán la mayoría de la población que no tiene posibilidades de inversión.
Por lo tanto, la reforma ha sido una victoria “pírrica” para ambos bandos: neoliberales y antineoliberales se quedaron ante un especie de impasse o empate, en el que no ganan ni pierden y la lucha continuará contrato por contrato. En lugar de lograr una resolución a la pugna, se prolonga la decisión, haciendo que el bando obradorista tenga que estar pendiente, revisando cada contrato y obligando al gobierno a la creación detallada de contratos, que permitan otorgar beneficios escondidos o maquillados a las empresas petroleras multinacionales.

II. ¿Cómo se aprobó? Del PRIAN al PRIAN-NI

No podemos ignorar la forma en la que trabajan las petroleras privadas en el Tercer Mundo, ya que los contratos de riesgos que se han cabildeado aquí y en muchos países, son originados por las petroleras y firmados como iniciativa por los partidos políticos con representación importante en el legislativo. El Presidente (al menos en teoría) rinde cuentas al Congreso cada año, pero el Senado y los Diputados no rinden cuentas con la población, más que con las elecciones cada tres años y en campaña (como comprobó el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal recientemente) todos se dedican a mentir -incluidos Fox, el PRIAN y los empresarios- y a prometer, dificultando el proceso para que la gente no escoja la mejor opción, sino la más bonita o impresionante (siempre fabricadas con dinero público que acaba en las arcas de los medios).
Después de presenciar la exhibición de las fuerzas políticas en el Congreso mexicano, encontramos que la aprobación (supuestamente) consensuada de los cambios legislativos, ha sido producto de un pequeño cambio en la tradicional hegemonía en manos del PRI y AN: El PRD ha sido controlado por NI y trabajó en forma similar al PVEM, al PANAL y a otros partidos satélites del pasado. NI estuvo de acuerdo con el proceso y seguramente encontrará recompensas. Tal vez sería muy obvio si Jesús Ortega (líder de NI) obtiene la presidencia del PRD, pero podría lograrlo, o al menos mantener el control del partido hasta después de las elecciones de 2009 (a través de Acosta Naranjo) controlando así todas las candidaturas.
Las diferencias entre estos grupos motivaron una discordancia en torno a lo votado en las cámaras, ya que el grupo de AMLO al interior del partido, así como el PT y Convergencia, no estuvieron de acuerdo con las iniciativas aprobadas -en especial con la nueva ley de PEMEX, uno de las siete cambios aprobados- mientras que los chuchos legitimaron y facilitaron todo el trámite.
Cabe mencionar que el PRD ha cometido varios errores similares en el pasado, por ejemplo, la aprobación de la Ley Televisa o la (contra) reforma indígena, todo lo cual constituye un motivo más para revisar su actuación como opositor a la política neoliberal. La nueva anatomía de los partidos políticos ha dejado atrás por la vía institucional al sector más crítico de la política actual: el ex-candidato a la presidencia por el PRD ha sido relegado por la nueva dirección de su partido, emanada de las elecciones internas más criticadas que hayamos presenciado.
Después de golpear al PRD durante meses, justamente debido a las elecciones internas, ahora PAN y PRI se desentienden de aquellos ataques y hacen de NI el patrón a seguir para los integrantes de la oposición legislativa: ceder en las críticas al plan gubernamental a cambio de incentivos, reconocimientos y, probablemente, ayuda en contra del sector más progresista (similar terapia aplicaron los últimos presidentes priístas a las corrientes progresistas del PRI y de AN antes de dejar el poder en el control de éste último partido). La intención es depurarlos y dejar en los partidos en el Congreso la mayor cantidad de simpatizantes del proyecto gubernamental. Así nació el PRIAN y ahora bien podría convertirse en el PRIANNI.

III. Los medios de comunicación y las reacciones frente a la reforma.

A su vez, el comportamiento de los medios de comunicación en general, ha sido un obstáculo para la concientización de la sociedad, el apoyo sin crítica que el oligopolio de los medios electrónicos viene dando al plan energético, coincide con el apoyo que dieron al plan neoliberal-priísta desde el principio: Azcárraga III, Salinas Pliego (primo del ex-presidente) y los nuevos dueños de unos cuantos consorcios de radio que se han visto beneficiados por el poder, son soldados del PRIAN como lo fue el tigre Azcárraga del PRI. Ni un ápice ha cambiado el manejo mediático y sus arreglos con el poder en estos años de la llamada “transición democrática”.
Aunado a lo anterior, hay que comprender que a) Televisa y otros consorcios mediáticos son esencialmente empresas trasnacionales con fines de lucro y b) que estas leyes neoliberales no sólo le dan libertad de entrar a nuevas áreas de negocios y ampliar sus fortunas, sino que crean un conflicto de interés ya que al ser “parte” en esas decisiones (al ser beneficiadas por el sistema económico) son también “jueces” frente a la gente por medio de los noticieros del horario estelar.
Recientemente trascendió una entrevista con Noam Chomsky donde destacaba el hecho de que los medios de comunicación venden a la gente en forma de auditorio y quienes compran el tiempo aire (políticos y empresarios) están buscando el acceso a nuestra atención directamente, cada vez de más formas y más cotidianamente (prime time y altos ratings es lo que ofrece por ejemplo, el Canal de las Estrellas a todas las empresas que lo puedan pagar). .

IV. Escenarios.
Debido a los crecientes problemas en el PRD y a la aparente desventaja de AMLO dentro del partido, sería posible que éste rompiera finalmente y 1) se repliegue al PT y a Convergencia, 2) funde un nuevo partido para desligarse de la nueva mafia partidista encumbrada en el sol azteca o 3) continuar una lucha por fuera de los partidos políticos, aunque esto último no es tan probable.
AMLO debe deslindarse de los chuchos después de la actuación de esta facción en el legislativo y en las elecciones internas, a menos que quiera dar mensajes confusos a los electores hacia 2009 y perder la influencia que en el Congreso le ayudó a protestar y por medio de la cual negoció dentro de la Cámara de Diputados. Aún así, (parcialmente) perdió con esta reforma y hay que revisar los alcances de los acuerdos legislativos pactados con los partidos tradicionales (PRIAN-NI ahora).
En relación a lo que seguirá sucediendo, como se mencionó, habrá una refuncionalización del movimiento de AMLO al entrar a su nueva etapa de impugnación a las leyes y contratos petroleros, con el que también ha apelado a un plan para defender la economía familiar en momentos donde se teme por una crisis económica y financiera. Por otra parte, podría entrar en un conflicto final por el PRD contra los chuchos. En este conflicto el PRIAN podría ayudar a definir la dirigencia local y nacional en manos de los chuchos, debido a los alcances del pacto entre el PRIAN y NI. Todo parece indicar que el partido seguirá en manos de NI y esto impondrá al movimiento de AMLO la cuestión sobre cuál camino tomar y, aunque es difícil de vislumbrar la respuesta en esta coyuntura, AMLO debería estar pensando en cómo ganar escaños en 2009 como lo hacen todos los demás, incluidos los chuchos, que le pelearán todas las candidaturas con la presidencia del partido en su poder. Pensando esto, debe encontrar una solución para llevar candidatos auténticos a la próxima legislatura o seguirá aportando los votos de sus simpatizantes a candidatos de NI a través del PRD a lo largo del país y sin lograr la mayoría necesaria para realizar un cambio legislativo serio.

Reforma petrolera a la vista

Publicado días antes de que la reforma se llevara a cabo en: http://escrutinio.wordpress.com/2008/11/03/reforma-petrolera-a-la-vista/
Omar Granados

Hasta el día de hoy, los diputados y senadores no han conseguido un arreglo para aprobar una reforma en el sector petrolero, pero podría ser que esta semana que empieza nos traiga el resultado final del proceso legislativo dentro de la reforma energética. Se prevé comience a discutirse, y eventualmente aprobarse el próximo martes.
Este proceso ha seguido un camino titubeante, pero en los últimos días (a partir del plan anti-crisis anunciado el pasado 8 de octubre y con el reinicio del trabajo legislativo en la materia el pasado 11) se han mencionado dos formas de plantear el debate y votar los dictámenes por parte de legisladores de diversos partidos: el consenso o la mayoría. La primera opción significa un acuerdo partidista en general (incluyendo a varios sectores del PRD) y la segunda opción incluiría al PRIAN+3 (Nueva Alianza, Socialdemócrata y el Verde). Lo que determinará si el Frente Amplio Progresista (FAP - PRD, PT y Convergencia) aprueba la reforma o no, seguramente estará determinado por los dictámenes que lleguen finalmente a las votaciones plenarias previstas para esta semana.
Los diversos dictámenes en discusión son -de cierta forma- las mismas propuestas ya vistas con anterioridad (aunque con algunos cambios), y que podrían ser parte de las nuevas leyes. Apenas se han votado menos de la mitad de los –hasta el momento- 7 dictámenes, pero dichas votaciones de esta semana determinarán primero, qué se presenta al pleno y después, qué ley se aprueba para que sea promulgada por el ejecutivo. Todo podría suceder este martes 21 y jueves 23 de octubre, aunque los jaloneos entre facciones dificultan la precisión. Aún queda pendiente el dictamen de las propuestas avaladas por AMLO y/o legisladores del PRD y otras propuestas de diversos partidos, por lo cual todo se mantendrá en suspenso hasta que el último dictamen pase a votación (esto sin contar las protestas que pudieran generarse dentro y fuera del congreso).
Para poder entender el jaloneo legislativo hay que decir que los focos de poder realmente son el PAN, PRI y PRD, cada uno pensando en sus intereses para el próximo año electoral, lo cual definirá la composición del próximo Congreso. En la medida en que dos partidos lleguen a un acuerdo, tendrán el poder de aprobarlo como ley debido a la característica tripartita del legislativo. Estas alianzas son variables dependiendo el tema y generalmente al lograr la mayoría, quienes la conforman no escuchan a la oposición. La posible innovación del escenario político en los próximos días sería el abandono del mayoriteo como arma de las coincidencias entre el PRI y el PAN (principalmente), para plantearse como obligación trabajar hasta que el PRD esté de acuerdo. De darse tal innovación en el escenario político, habría que revisar lo aprobado por un posible pacto entre PRI, PAN y PRD, ya que no por el simple hecho de que todos la aprueben, será una reforma positiva.
El PRD por su parte, está a prueba de nuevo, ya que la dirigencia actual está siendo presionada 1) para que se aprueben varios puntos de la reforma presidencial y 2) para negociar puntos de la iniciativa del FAP.
La dirigencia del PRD podría negociar para aprobar incluso una alianza con el PAN y aprobar leyes que romperían lazos automáticamente con el movimiento obradorista y sus propuestas “en defensa del petróleo”, pero Calderón podría verse obligado a retomar puntos defendidos solamente por el movimiento de AMLO hasta hace dos semanas. Este movimiento había exigido hace unos días que el gobierno cumpliera tres demandas para poder encaminarse a la unidad y al diálogo: sustituir al gabinete de seguridad, retirar la reforma energética de Calderón y cambiar la política económica. Lo paradójico es que mientras el PRD en la cámara está dispuesto a pactar con los líderes del PRIAN, las políticas de Calderón podrían presentar un giro de 180º debido al plan anti-crisis en el cual se cumple la exigencia obradorista en el sentido de cambiar la política económica neoliberal seguida al pie de la letra por 25 años consecutivos.
El Programa para incentivar el crecimiento y el empleo (PICE) cambia la política al crear un presupuesto deficitario debido a una ampliación en el gasto público. Ya que tal gasto significa una interferencia en el mercado, esto no había sido utilizado en décadas. De igual forma, los dictámenes en control del PRIAN podrían incluir la primera refinería en 30 años, a pesar de lo que había propuesto Calderón en abril pasado para dejarlas en manos de inversionistas extranjeros. Todo este confuso proceso político de negociación, conflicto y protesta entre el PRIAN y quienes hoy confluyen en el FAP, ha cambiado más en la última semana que en muchos años y todo esto tiene un origen claro: la crisis financiera internacional.
Esta crisis ha provocado que la forma más segura de invertir sean las materias primas que valen por sí mismas como el oro, la plata, el petróleo, entre otros casos, no importa si por el momento los barriles de crudo no estén en su mayor auge de precios. Buena parte del dinero del que disponemos podría quedarse sin valor ante esta crisis y los rescates gubernamentales, por lo cual los inversionistas están muy ávidos de invertir en el sector petrolífero y la minería. A nuestro país (y a todos los demás) les conviene, especialmente ahora, reservar estos mercados para su propio usufructo, debido a que sólo de esta forma podrían asegurar instituciones financieras confiables, ejemplo claro ha sido el anuncio de Calderón sobre la creación de una refinería.
Este plan, de la construcción de una refinería con recursos propios de PEMEX, desmiente a Calderón, a los legisladores panistas y a sus asesores, quienes hace unos meses decían en los foros del Senado que no era posible debido a falta de recursos. El gobierno ha decidido reactivar el empleo, pero para ello ha tenido que usar las propuestas de Obrador en cierta medida y, lo peor de todo, es que el gobierno y sus aliados no han aceptado en ningún momento que estuvieran equivocados en el pasado y, mucho menos, que Obrador tuviera razón en algún punto. Simplemente, cambian de parecer dependiendo de la coyuntura y sin sentirse responsables de dar una explicación al público.
Debido a que la crisis financiera aún no desata el escenario final, resulta muy peligroso tomar medidas determinantes y de largo plazo para el sector petrolero. De igual forma, no es posible una reforma energética que no considere una regulación del sector financiero ya que las condiciones generales de la economía no han estado claras desde que se desató esta crisis internacional: en cualquier momento el dinero generado por PEMEX podría perder todo su valor si el dólar o el peso caen fuertemente en su cotización (lo cual no está tan lejano). En este contexto, lo que ocurrirá esta semana en el Congreso podría formar alianzas inéditas e inesperadas, pero no nos dejemos engañar por las coaliciones, mantengámonos pendientes del contenido de la reforma que se apruebe y opongámonos decididamente a cualquier acuerdo en contra de nuestros intereses como nación, por unánime que sea la mayoría que lo apruebe. Con todo en juego aún, debemos estar muy pendientes de lo que suceda en las cámaras